martes, 23 de febrero de 2010

FILIPINOS EN CAÑETE

Yendo de Lima hacia el sur, en el kilómetro 167 de la Panamericana, se encuentra la planta de licuefacción de gas natural de camisea. Este megaproyecto aún en construcción reúne a una fauna racional compuesta por norteamericanos, australianos, ingleses, mexicanos, africanos, tailandeses, filipinos etc. etc.

Entre este mar de nacionalidades, el grupo más numeroso es el de los filipinos que están metidos en todas las áreas de la planta. Son personajes muy singulares, tienen rasgos raciales asiáticos (chinos), los hay de piel muy clara hasta la más oscura; hablan el castellano, inglés, aparte del tagalo, cebuano y otras lenguas. Y muchos tienen nombres y apellidos españoles, recordemos que fueron colonia española por varios cientos de años y nuestra Santa Rosa de Lima patrona de las Américas y Filipinas, así como rezaban los libros de primaria todavía presente en los altares de los templos de Manila





Antigua (Guatemala) Y Lunahuana (Perú)

Antigua es la urbe colonial más grande y mejor conservada de América, La Unesco la declaró patrimonio de la humanidad en 1979. Fundada como la muy noble y muy leal ciudad de Santiago de los Caballeros en 1542, fué la tercera capital de Guatemala y, por más de dos siglos, el epicentro político, cultural y religioso de Centroamérica.

La susodicha urbe tiene un parecido increíble con Lunahuana y hasta coincide con el apóstol Santiago patrón del pueblo.

Cabe señalar que esta urbe guatemalteca recibe cada año a un millón de visitantes, es imposible encontrar aquí una sola vivienda que no exhiba total o parcialmente el sello característico de la arquitectura renacentista española. La ley lo ordena y los antigueños, incluidos alcaldes y constructores la cumplen a pié juntillas, un ejemplo digno de imitar.


Antigua

Lunahuaná